FUERTE REPUNTE EN JULIO DEL GASTO CON TARJETAS DE CRÉDITO

Creció casi 60% respecto de igual mes de 2014 y 20 puntos más que en junio

 

Por Florencia Donovan  | LA NACION

El consumo fue el gran motor de la última década y el Gobierno hizo lo imposible por ponerlo a punto para las elecciones. Tras rezagarse en mayo y junio, el gasto con tarjeta de crédito evidenció en julio -el mes previo a las primarias- un aumento de casi 60% respecto de igual mes del año anterior, y un ritmo de crecimiento que superó en casi 20 puntos porcentuales al de junio pasado.

Según un relevamiento hecho por LA NACION entre los grandes bancos emisores de plásticos, en los primeros cuatro meses del año las ventas con tarjeta de crédito crecían a un ritmo de poco más de 50% interanual. Sin embargo, se habían desacelerado en mayo y junio más de 10 puntos, en línea con otros indicadores que mostraban una caída del consumo masivo, ya que en gran cantidad de comercios no se paga con tarjeta.

 

Para esos meses, muchos salarios todavía no habían incorporado los aumentos acordados en paritarias. Mientras, el despertar del dólar paralelo contribuía a que los consumidores en general se volvieran más austeros.

"Cuando mirábamos mayo o junio, decíamos: esto se planchó. Pero en julio se reactivó el consumo con tarjeta e incluso a un ritmo superior al del comienzo del año", explicó el responsable de tarjetas de un banco de primera línea, que pidió no ser identificado. "La gente está más receptiva y ayuda mucho la promoción. Los retailers están muy agresivos con sus promos", coincidió otro ejecutivo de un banco público.

El mes pasado, según los últimos datos que se manejan en el sistema financiero, el gasto con tarjeta de crédito creció un 58% con respecto a igual mes del año anterior, mientras que las ventas con tarjeta de débito lo hicieron un 44% (tras avanzar a un ritmo de poco más del 30% los dos meses anteriores).

El monto promedio de las compras, en tanto, aumentó poco más del 30%, por lo que se desprende que las compras con tarjeta crecieron en términos reales, aun más allá del efecto positivo que podría tener en el volumen el incremento de los precios de la economía.

"Lo que sucede con las tarjetas es consistente con lo que se está dando con el resto de los indicadores de consumo", apuntó Luciano Cohan, economista jefe de la consultora Elypsis. "Tiene justificación porque han cerrado paritarias más tarde respecto del año pasado; además vino la suba de la Asignación Universal por Hijo, y ahora de las jubilaciones. Ha habido en general un impulso de la capacidad de consumo, cuando el año pasado para esta época estábamos en las vísperas del default", agrega.

En el mercado coinciden en que el cierre de las paritarias fue clave en este resultado. A diferencia de 2014, este año la mayoría de los acuerdos salariales se sellaron entre junio y julio, mes en el que además se efectivizó la primera cuota de un aumento que superó en los grandes gremios el 30%.

"Tengo analizados varios sectores del consumo, donde se ve que el número semestral es negativo, pero en la curva mensual se viene desacelerando la tasa de caída. Hay un proceso de recomposición del consumo de la población, una vez que se produjo la incorporación del aguinaldo más los sueldos nuevos", confirmó Guillermo Oliveto, director de la consultora W. "Cuando los precios nuevos compiten contra los sueldos viejos es natural que se produzca un bache fuerte en los meses de mayo y hasta junio", aclara.

En el caso de las tarjetas, dice Oliveto, existe un componente adicional, que es el impacto del plan oficial Ahora 12, que habilita en varias marcas nacionales la financiación de una compra en hasta 12 cuotas sin interés. "De todos los planes de estímulo que sacó el Gobierno es el más exitoso, porque es el más transversal; termina siendo aprovechado por la clase media, y sobre todo en indumentaria", explica el especialista en consumo.

El de indumentaria es uno de los rubros precisamente de mayor crecimiento relativo. Mientras que en julio de 2014 concentraba cerca del 15% de todas las compras con crédito, el mes pasado se llevó el 16%. Un crecimiento que, aunque pequeño, no es menor, considerando que, al mes, el volumen de transacciones con tarjeta supera los $ 58.000 millones.

En una marca con fuerte presencia en los principales shoppings de todo el país confiaron a LA NACION que, tras un primer semestre extremadamente flojo, las liquidaciones de temporada no sólo se adelantaron a comienzos de julio, sino que fueron más agresivas que otros años. "En indumentaria se vendió muchísimo en julio, pero porque antes no se había vendido nada. Nunca hizo frío y los precios están caros", apuntó la fuente, con la condición de no ser identificada.

"En general se hicieron liquidaciones de hasta el 70%. Y en nuestro caso terminamos el mes con un 40% más de ventas que en julio del año pasado. Vendimos tres veces más de prendas por día de lo que fue mayo o abril", detalló la fuente, que explicó que sólo el 20% de sus ventas por estos días se hace en efectivo.

Para los economistas, no obstante, el renovado furor por las compras podría extenderse hasta las elecciones de octubre, pero no mucho más allá. "La apuesta del Gobierno es mantener esta sensación de bienestar a base de pisar el tipo de cambio, aumentar gasto público y aplicar una política monetaria generosa. Pero no es sostenible en el tiempo. Mi impresión es que en los primeros 100 días del próximo gobierno algún cambio vamos a tener", anticipó Cohan..

Copyright W & Guillermo Oliveto.