GUILLERMO OLIVETO: "EN 2016, LA BATALLA REAL ES LA DEL PODER ADQUISITIVO"

El especialista en consumo y director de W Consultora da las claves para interpretar cuáles son los principales desafíos del Gobierno en los próximos meses. La inflación y las paritarias, dos temas centrales en la agenda de Mauricio Macri

 

El analista Guillermo Oliveto, director de W Consultora, escribió para iProfesional su pronóstico sobre cómo se comportarán este año los argentinos a la hora de comprar. Cuáles son las variables que impactarán en el nivel de gasto de la clase media:

 

Luego de las primeras medidas del Gobierno, para 2016, continuamos viendo dos escenarios. Uno más gradualista, y uno más de shock. 

Si bien la gestión de Mauricio Macri inicialmente parecería haberse inclinado por políticas más de shock en el tema cambiario al abrir el cepo prácticamente al inicio del mandato -tal cual se había comprometido el Presidente en la campaña- y también en la baja de Retenciones, en todo el resto parecería estar inclinándose por el gradualismo.

Algunas señales en este sentido son:

- La devaluación fue menos brusca que lo anticipado por muchos analistas y por los mercados. No es lo mismo un dólar en la banda de $13/$14 que uno en la de $15/$16. Calma expectativas. Cuando la sociedad percibe que el precio de esta divisa está "controlado" lo que decodifica es que hay "control" sobre la economía. Y esto la tranquiliza.

- Continuidad de Precios Cuidados y Ahora 12, al menos por tres meses o lo que dure "la transición".

- Mensajes públicos y concretos sobre "cuidar los precios" sentándose con los empresarios y sindicalistas a negociar. Pacto Social de Enero.

- Visita del ministro Rogelio Frigerio a Tierra del Fuego y promesa de mantener los puestos de trabajo.

- Salida de las DJAI, pero no apertura indiscriminada de importaciones. Se mantienen ciertos productos relevantes - entre ellos indumentaria y calzado- con administración del comercio.

- Promesa explícita de cuidar los puestos laborales. En este sentido hay que leer, más allá del conflicto inicial, la búsqueda de una solución de fondo al problema de la empresa Cresta Roja.

- Adicional de $400 para los jubilados y beneficiarios de la AUH para las Fiestas.

- Excención del Impuesto a las Ganancias del aguinaldo para los salarios menores a $30.000 y compromiso de modificación de las escalas en marzo.

Todas estas medidas hay que analizarlas sin olvidar una de los tres ejes clave de la campaña y del plan de gobierno: "Pobreza Cero". Un ajuste clásico de carácter neoliberal -que es lo que estaría esperando la oposición más extrema, pero no el resto de la oposición-, sería claramente contradictorio con este gran objetivo.

La elección de un ministro como Alfonso Prat Gay, caracterizado como neo-keynesiano y el cierre del discurso inicial del presidente Macri en la Asamblea Legislativa haciendo una única cita a Arturo Frondizi, son señales claras, al menos en la intención inicial. Del mismo modo proyectos claramente revolucionarios en Infraestructura como el Plan Belgrano.

 

La batalla real

Bajo este marco, ahora "empieza el partido" para el Gobierno. La sociedad no conoce demasiado de macroeconomía, pero sí de microeconomía. Lo que le importa es si le rinde el dinero. La batalla real es la del poder adquisitivo. Durante el verano deberá darle pelea a los "precios nuevos" con "sueldos viejos".

En este sentido, será muy importante no sólo el nivel de inflación, sino también el monto de los acuerdos salariales y el momento en que lleguen efectivamente al bolsillo. No es lo mismo que sea en marzo o abril - al menos en parte - a que sea en junio.

Si lograran mantener la inflación en el orden del 2015 - alrededor del 25/27%- y que los salarios se ubicaran en un nivel similar, es de esperar en consumo un año parecido al del año que estamos cerrando. Con crecimientos o caídas moderadas. Seguramente con bajas en el primer trimestre o primer semestre que se fueran compensando en la segunda mitad del año.

Si, por el contrario, la inflación fuera del orden del 35% y los salarios corrigieran por debajo ( 28/ 30% ) es de esperar un año similar a 2014 con contracción del consumo, mucho más notoria en bienes durables que en alimentos y bebidas. Nuevamente, el primer semestre mostraría el momento más difícil del año.

Si bien este escenario es, desde el punto de vista del consumo y su impacto social, más complejo que el otro, la sociedad argentina ya supo atravesarlo, con razonable habilidad. Protestó, se fastidió, hubo malhumor, pero lo toleró.

Habría que ver cuánto de ese "fastidio" se compensa con las expectativas positivas de un nuevo gobierno y con compensaciones como el libre acceso al dólar, o la nueva escala de pago de Impuesto a las Ganancias.

 

Empleo y salarios

Para atravesar la transición con éxito, más allá de que inicialmente pudiera darse una retracción del consumo, es clave qué suceda con el empleo, cuan pronto lleguen los "salarios nuevos" a la calle, y de qué modo se articulen las necesarias correcciones de la "macro" con una "micro" que no sólo no percibe ninguna crisis, sino que siente que las cosas "más o menos" funcionan.

Estamos en una sociedad que ha naturalizado la inflación y que aprendió a manejarla. Hoy más del 70% es optimista con respecto al año próximo, a pesar de prever que la inflación rondará el 35%.

Para que no se rompa ese complejo equilibrio, no solo es importante lo que haga el gobierno, sino también cómo lo haga - tiempos, implementación simultánea de medidas y anuncios-, sino también cómo lo diga.

En este sentido, algunos precios icónicos desde donde se construye percepción: la carne, sobre todo asado y milanesas- pan y facturas, leche, fideos y por supuesto, dólar.

A eso hay que sumarle la nafta y los servicios públicos. Es ahí donde la "macro" se vuelve "micro" y donde el consumo trasciende la órbita de la cotidianeidad y el mercado, para cobrar dimensión social y por ende tener impacto político.

Copyright W & Guillermo Oliveto.