Los especialistas no pronostican una recuperación de la demanda a corto plazo; el repunte recién llegaría en 2017
Alfredo Sainz
No hay dos sin tres. Después de dos años con un consumo en baja, los economistas y analistas no pronostican una recuperación de la demanda en el corto plazo y en el mejor de los casos aseguran que 2016 será un año de transición y reordenamiento y que para esperar un repunte fuerte en las ventas habrá que esperar hasta 2017.
La suerte del consumo está directamente ligada a la evolución del PBI, explican los economistas, y en este sentido coinciden con la proyección que hizo el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay cuando adelantó que de acuerdo a los cálculos oficiales el 2016 cerrará con un crecimiento muy moderado de la economía, que rondará entre 0,5 y 1 por ciento.
"Esperamos un 2016 mejor al 2014 pero parecido al 2015 con un consumo que tendrá un desempeño de 1% para arriba o para abajo en volumen. Creo que el gobierno de Macri se dio cuenta de las implicancias políticas y sociales que tiene el consumo y que por lo tanto no va a permitir una desaceleración muy fuerte. El escenario que estamos viendo es uno en que haya un empate entre la evolución de los salarios y la inflación", asegura Guillermo Oliveto, director de la consultora W.
A grandes rasgos, el economista Fausto Spotorno coincide con el diagnóstico que a la vez precisa que espera un cambio en la evolución del consumo a lo largo del año.
"El escenario que esperamos es muy parecido al del año pasado, aunque con un cambio en el mix de ventas. En 2015 la demanda de bienes durables estuvo alimentada por las doce cuotas sin interés y cierto intención de anticipar compras para cubrirse de una devaluación. Ahora no vemos este factor y seguramente el consumo esté lidera por los rubros más básicos. Para la segunda mitad del año esperamos una desaceleración de la inflación, aunque no esperamos una explosión del consumo", explica el economista jefe del estudio Orlando J. Ferreres.
"A priori no esperamos un cambio positivo en el consumo. En la segunda mitad del año pueden empezar a aparecer algunos indicadores económicos positivos en materia de inversión y exportaciones, pero difícilmente haya buenas noticias en materia de consumo porque no vemos a los salarios creciendo por encima de la inflación", coincide Luciano Cohan, economista de Elypsis.
Oliveto destaca que uno de los factores a monitorear para anticipar lo que va a ocurrir con el consumo es el dólar, cuyos efectos trascienden lo meramente económico. "Es muy importante que el dólar continúe bajo control moviéndose moderadamente. Eso tranquiliza a la gente. En todo este entorno, los anabólicos al consumo continuarán siendo fundamentales. Los argentinos hoy dicen que 'pagar menos es lo más' y que se volvieron cuoteros. Hasta tanto no baje la inflación a u dígito, estas herramientas seguirán siendo muy importantes para impulsar y sostener los volúmenes de consumo", sostiene.
El consuelo que le queda al Gobierno actual es que lejos de los pronósticos apocalípticos lo que se anticipa es un panorama muy similar al que se vivió en los últimos cuatro años, es decir una continuación del estancamiento de la economía y el consumo que se vivió durante toda la segunda presidencia de Cristina Kirchner.
La sensación de que se trata de una película ya vista también se confirma analizando la evolución mensual del consumo en 2015. El último año se puede dividir en dos períodos muy diferenciados. Con una primera mitad muy floja -todos los meses tuvieron bajas interanuales en las ventas, con una caída especialmente profunda en marzo y abril, cuando las bajas llegaron al 1,6%- y un segundo semestre mucho más positivo. De hecho, diciembre cerró con una suba del 0,5% y en septiembre se había alcanzado un pico del 2,1 por ciento.
El escenario 2015 no difiere demasiado del que se espera para este año que recién comienza. "Es un año difícil especialmente en este primer semestre. A nivel consumo masivo hasta que las paritarias tiendan a nivelar los aumentos de precios el 2016 va a ser más negativo que 2015. Los incrementos que ya tenemos más los que se vienen impactan más en el núcleo que generalmente mueve el consumo como son los sectores medios", explicaJosé Amodei, director de la consultora Scentia.